4º Domingo de Pascua...

Llegamos al 4ª Domingo de Pascua que nos trae unas lecturas llenas de alegría y esperanza para cada uno de nosotros.

La 1ª lectura continúa siendo de los Hechos de los Apóstoles, recordad que está en el Nuevo Testamento. Es una llamada importante a recibir el Espíritu Santo, el regalo que nos hace Jesús cuando se va al Cielo con el Padre.

La 2ª, es del Apóstol San Pedro, y vuelve a insistir en algo que vimos en la primera lectura: dice que estamos llamados a seguir las huellas de Jesús; y... ¿cómo hacemos esto?, pues viviendo igual que Él, imitando su comportamiento: obedeciendo, preocupándonos por los demás, estudiando, ayudando a los otros, siendo responsables con nuestras tareas en casa, en el colegio, .... ya hemos hablado muchas veces en catequesis de con qué comportamientos seguimos a Jesús y con cuáles no.... y para eso es importante acercarse a Jesús cada día, con la oración, y muy especialmente cada domingo en la Eucaristía. Ya os va quedando menos para ese día tan importante en que por primera vez Jesús se acercará a vosotros y vosotras en este Sacramento...

El Evangelio es genial, porque Jesús se compara con un pastor que tiene sus ovejas y, como buen pastor, conoce a sus ovejas y las llama a cada una por su nombre. Si tenéis al abuelo, a algún tío, o incluso un vecino, que hayan cuidado de animales en el campo preguntadles, y veréis como es así, aunque todos los animales parezcan iguales ellos conocen a cada uno. Pues Jesús también nos conoce a cada uno de nosotros, como si fuéramos las ovejitas de un Buen Pastor, y nos llama a cada uno por nuestro nombre: Pablo, Nerea, Mireia, Noelia, Alejandro, Juan Carlos, Alba, Alberto, Mercedes, Ángel, Cristina, Víctor, Samuel, Carla, Erika, Elsa, Jose, Manuel, Aarón, Susana, Rebeca, Noa, Natalia, .... y nos llama para que le sigamos, porque así llegaremos a las  mejores praderas, al jardín de Dios, donde nos llenará de su amor y de felicidad:

"Yo soy la puerta: quien entre por mí sé salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante."