Más o menos a estas horas finaliza la Cuaresma para comenzar el Tríduo Pascual.
Esto es, los tres días (jueves, viernes y sábado) que preceden a la celebración de la Pascua, que ya dijimos que es el eje, el centro, de toda la vida del cristiano, porque celebramos la muerte y resurrección de Jesús.
Comenzamos con el Jueves Santo: este día recordamos la institución de dos sacramentos, lo vimos el martes en la película, la Eucaristía y el Orden Sacerdotal, y además es muy importante porque rememoramos un Mandamiento fundamental, el amor a los hermanos, a todos nuestros hermanos, a todos los hombres y mujeres, la caridad fraterna. Esto supone que también debemos mostrar esta caridad a los que no son como nosotros, a los que no nos gustan, a los que piensan diferente, a los que nos hacen daño en algún momento.... como Jesús, que veíamos que incluso cuando le estaban pegando, insultando, crucificando, no levantó la mano contra ninguno de ellos, ni les insultó, ... es más, pidió al Padre que los perdonara, justificando su comportamiento. ¿Hacemos esto nosotros también?
Seguir a Jesús también es seguirle con este comportamiento.
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